La validación testamentaria hace referencia al proceso legal en el que una persona fallece y el tribunal se encarga de validar el testamento y supervisar la administración del patrimonio. Posteriormente, habrá una de dos situaciones, dependiendo de si la persona contaba o no con un plan patrimonial al momento de fallecer:
- La persona fallece y no tiene un testamento: Los bienes se distribuyen conforme a las leyes sucesorias estatales.
- La persona fallece y sí tiene un testamento: Se designa un albacea para reunir el patrimonio, saldar las deudas y distribuir el resto de los bienes de acuerdo a las instrucciones del testamento.
Pasar por el proceso de validación testamentaria puede ser complicado y estresante, sobre todo si la persona se encuentra lidiando con el fallecimiento reciente de un pariente cercano. Afortunadamente, en el estado de New Jersey, este proceso es bastante sencillo y no tarda demasiado tiempo.
En este artículo, se describirá lo esencial que hay que entender antes de atravesar el proceso de validación testamentaria. Sin embargo, cualquier persona que pase por este proceso debe ponerse en contacto con un abogado cualificado que lo guíe durante cada paso.
Fallecer sin un testamento: intestidad
Si una persona fallece y no tiene un testamento, sus bienes deberán distribuirse de acuerdo a las leyes sucesorias estatales. Dichas leyes determinan quién recibirá cada parte del patrimonio según su relación con el difunto.
En la siguiente tabla, se resume la manera en que funciona esta distribución en New Jersey, según la relación del difunto con determinadas personas al momento de su fallecimiento:
Familiares sobrevivientes | Quién hereda el patrimonio |
Descendientes (como hijos) sin cónyuge | Los descendientes recibirán todo |
Cónyuge sin descendientes ni padres | El(la) cónyuge recibirá todo |
Cónyuge y descendientes suyos y de su cónyuge, sin que el(la) cónyuge tenga otros descendientes | El(la) cónyuge recibirá todo |
Cónyuge y descendientes suyos y de su cónyuge, teniendo el(la) cónyuge sobreviviente otros descendientes de otras relaciones | El(la) cónyuge recibirá el primer 25 % del patrimonio (mínimo $50,000 y máximo $200,000) más ½ del patrimonio restante, y los descendientes recibirán el resto |
Cónyuge y descendientes suyos y de otra persona que no sea el(la) cónyuge | El(la) cónyuge recibirá el primer 25 % del patrimonio (mínimo $50,000 y máximo $200,000) más ½ del patrimonio restante, y los descendientes heredarán el resto |
Cónyuge y padres | El(la) cónyuge recibirá el primer 25 % del patrimonio (mínimo $50,000 y máximo $200,000) más ¾ del patrimonio restante, y los padres recibirán el resto |
Padres sin cónyuge ni descendientes | Los padres recibirán todo |
Hermanos sin cónyuge, descendientes ni padres | Los hermanos recibirán todo |
Esta situación puede generar muchísima confusión, y a menudo es posible que los bienes se distribuyan a una persona que no debería recibir ninguna parte del patrimonio. Además, tal vez sea necesario vender algunos bienes para que los beneficiarios intestados reciban su parte del patrimonio.
Como la mayoría de la gente no fallece con un patrimonio formado principalmente por dinero en efectivo y no tiene una idea específica sobre quién le gustaría que se beneficiara del patrimonio y en qué medida, lo mejor es elaborar un testamento que se utilice en lugar de las leyes sucesorias.
Cualquier persona que quiera crear un testamento debe consultar con un abogado con experiencia que pueda evaluar el patrimonio completo y la dinámica familiar para desarrollar un plan que se adapte a los deseos del cliente.
Fallecer con un testamento: la función del albacea
Cuando una persona ha realizado el esfuerzo de crear un plan patrimonial que incluye una última voluntad y testamento, su familia tendrá menos inconvenientes. En la última voluntad y testamento, se designará un albacea, que es la persona encargada de cumplir con las instrucciones que se indican en el testamento.
El primer paso del proceso es presentar una copia original válida del testamento, junto con un certificado de defunción, ante el tribunal de sucesiones del condado donde haya fallecido la persona. El tribunal verificará la validez de los documentos y posteriormente designará de manera oficial al albacea que se indique en el testamento (salvo en las inusuales circunstancias en que el tribunal rechace el albacea que haya elegido el testador), lo que lo facultará para seguir las instrucciones del testamento.
Entonces, ¿qué debe hacer el albacea? Depende de lo que se estipule en el testamento, pero generalmente desempeñará las siguientes funciones:
- Saldar las deudas del difunto;
- Pagar los gastos funerarios y finales;
- Crear los fideicomisos necesarios para los beneficiarios que se indiquen en el testamento;
- Distribuir los bienes del testamento.
Según los bienes que formen parte del patrimonio y de la(s) persona(s) que los recibirán, la distribución de los bienes podría ser un proceso sencillo o complicado. Por ejemplo, una responsabilidad habitual del albacea es vender la casa del difunto para que los fondos puedan repartirse entre los beneficiarios, generalmente los hijos. Para ello, tal vez sea necesario ordenar la casa, vender los bienes que hay al interior, y contratar un agente de bienes raíces y un abogado para la venta y el cierre de la propiedad.
¿Le parece mucho trabajo? Suele serlo. Afortunadamente, el estado reconoce esto y ha promulgado leyes que dan derecho al albacea a una comisión, según el tamaño del patrimonio que administre.
Conforme al Artículo 3B:18-13 y 3B:18-14 de los N.J.S.A., dichas comisiones suelen equivaler al 6 % de los ingresos que reciba la sucesión (sin incluir los bienes no sujetos a validación testamentaria), más:
- 5 % por los primeros $200,000 del patrimonio bruto;
- 3.5 % si el monto supera $200,000 hasta $1 millón; y
- 2 % si el monto supera $1 millón.
El albacea tiene derecho a cobrar tales comisiones u otro pago que se especifique en el testamento, pero no tiene la obligación de recibir un pago. Los albaceas suelen ser familiares cercanos del difunto y, en algunas situaciones, podrían decidir simplemente recibir su parte del patrimonio sin ninguna comisión adicional, para así evitar conflictos familiares.
Si lo han designado albacea de un testamento y no sabe cómo proceder, lo mejor es hablar con un abogado con experiencia que pueda ayudarle a administrar el patrimonio y garantizar que el proceso se desarrolle de manera rapida y sin inconvenientes.
Evitar el proceso de validación testamentaria
Muchas personas deciden crear un plan patrimonial para evitar la validación testamentaria, debido a la aparente complejidad del proceso. En general, sus razones son las siguientes:
- Los retrasos en la administración del patrimonio
- El carácter público del proceso de validación testamentaria
- Los gastos asociados al proceso de validación testamentaria
Aunque en algunos casos dichas inquietudes podrían estar justificadas, en New Jersey, el proceso de validación testamentaria ha sido simplificado para que los costos sean bajos y el trámite sea rápido. Además, muchos bienes evitarán por completo este proceso, ya que se traspasarán de manera automática a un beneficiario designado en el momento de su adquisición, por ejemplo:
- Bienes con derechos de supervivencia
- La mayoría de las pólizas de seguros
- Algunas cuentas de jubilación o inversiones
En definitiva, cualquier persona que esté decidida a evitar el proceso de validación testamentaria debe comunicarse con un abogado para crear un fideicomiso en vida. Un fideicomiso en vida se trata de una figura independiente donde es posible mantener los bienes de su creador y contiene instrucciones sobre la manera en que se deben distribuir aquellos bienes tras el fallecimiento de la persona. Todos los bienes que formen parte del fideicomiso al momento del fallecimiento evitarán el proceso de validación testamentaria.
Sin embargo, cabe señalar que cualquier cosa que no figure en el fideicomiso al momento del fallecimiento deberá incluirse en un testamento complementario, una herramienta que impide dejar fuera cualquier bien del patrimonio. Dicho testamento complementario deberá pasar por el proceso de validación testamentaria, independientemente de si existe un fideicomiso en vida.
¿Debo contratar un abogado?
La planificación patrimonial a veces puede ser abrumadora, sobre todo si la persona tiene que lidiar con el proceso de validación testamentaria mientras sufre el estrés de la pérdida reciente de un familiar. Ya sea si usted desea elaborar su propio plan patrimonial o debe ocuparse del plan patrimonial de otra persona, lo mejor es consultar con un abogado con experiencia antes de tomar cualquier decisión.
En Rosenblum Law, nuestros abogados se comunicarán con usted para comprender su situación y le presentarán opciones sobre la mejor manera de proceder. Llámenos hoy mismo para recibir una consulta gratuita.