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Es bastante común que los posibles demandantes que sufran lesiones personales pregunten cuánto vale su caso. Aunque sería estupendo si hubiera reglas claras que indicaran la indemnización que podría recibir una persona según sus lesiones, no existen dichas pautas. Sin embargo, hay bastante información que podría indicar cómo se calculan los montos, qué factores se consideran, y qué se puede hacer para aumentar la probabilidad de obtener la mejor conciliación posible.

Una de las mayores preocupaciones en cualquier accidente automovilístico que implique lesiones personales es poder recuperarse física y financieramente. Lógicamente, usted tendrá preguntas. ¿Cuánto costará reparar o reemplazar mi vehículo? ¿Quién pagará las facturas médicas y cubrirá mi pérdida de ingresos? ¿Se puede recibir una indemnización por dolor y sufrimiento? 

La ley estatal responde en parte algunas preguntas, así que quedan bastante claras.  Sin embargo, los tribunales interpretan la ley de manera matizada, y a veces la reparación que establece la ley no es suficiente para cubrir todas las pérdidas económicas y no económicas. Usted querrá un abogado especializado en lesiones personales que le ayude a decidir si es razonable solicitar una indemnización, que vele por sus intereses y que lo guíe por el proceso.

¿Qué establece la ley de New Jersey?

En primer lugar, echemos un vistazo rápido a las protecciones que ofrece la ley de New Jersey. El estado exige que todos los conductores tengan un seguro de automóvil para que las víctimas de los accidentes automovilísticos puedan recibir una indemnización. Además, New Jersey es un estado “sin culpa”, por lo que los conductores deben contar con un seguro que cubra sus lesiones independientemente de quién tuvo la culpa del accidente. 

El estatuto 39:6A-4 de New Jersey exige que todas las pólizas de los seguros de automóviles incluyan cobertura de protección contra lesiones personales (PIP, por sus siglas en inglés), a veces llamada “beneficios para gastos médicos” (MEB, por sus siglas en inglés). Cuando una persona o sus dependientes sufren lesiones en un accidente automovilístico, podrán acceder a dichos beneficios para pagar sus facturas médicas. 

Qué cubren y qué no cubren los beneficios de protección contra lesiones personales

Los beneficios PIP deben cubrir las lesiones personales que sufra el asegurado o sus dependientes “a causa de un accidente que se produzca mientras la persona se encuentre ocupando un automóvil, se suba a este, se baje del mismo o lo use, o en el caso de un peatón, a causa de un objeto que sea lanzado por un automóvil”. Esto significa que el asegurado y sus dependientes están cubiertos si sufren lesiones en un accidente automovilístico, independientemente de  si se encuentran o no en el vehículo. 

Los beneficios PIP solamente cubrirán lo que la ley llama “daños económicos”. Es decir, cubrirán las facturas médicas y la pérdida de ingresos a causa de la incapacidad de trabajar de la persona lesionada, pero no cubren el dolor y sufrimiento, la pérdida del disfrute de la vida ni  otros tipos de daños no cuantificables (no económicos). 

Además, cabe señalar que los beneficios PIP tienen límites en las pólizas. La cobertura mínima de los beneficios PIP es de tan solo $15,000. La aseguradora no tiene la obligación de pagar los gastos que superen el límite de la póliza, así que las facturas médicas que superen dicho monto no estarán cubiertas. Un brazo fracturado o un tajo que necesite varios puntos fácilmente podrían costar $15,000. ¿Qué pasa si sus lesiones son más graves?

¿Debo solicitar una indemnización?

Si su aseguradora rechaza los beneficios PIP, un abogado podrá presentar una demanda para obligar a la aseguradora a pagar las pérdidas económicas que usted haya sufrido (facturas médicas y pérdida de ingresos)

Además, un abogado especializado en lesiones personales podrá ayudarle a recuperar los gastos médicos que superen el límite en la póliza de los beneficios PIP. También es posible recuperar los daños no cuantificables (no económicos) (dolor y sufrimiento, angustia mental, etc.) a través de la parte culpable, sobre todo si el accidente provocó lesiones permanentes. 

En New Jersey, se entiende por “lesiones permanentes” lo siguiente:

• Muerte;
• Desmembramiento (pérdida de una extremidad);
• Desfiguración o cicatrices importantes;
• Fracturas desplazadas;
• Pérdida de un feto; o
• Daños en una parte o un órgano del cuerpo que probablemente no se sane desde un punto de vista médico razonable.

Aunque las lesiones anteriores evidentemente son permanentes, no siempre queda claro qué otros tipos de lesiones un tribunal podría considerar permanentes, tal como lo han demostrado algunos casos.  Un abogado especializado en lesiones personales puede determinar si la reclamación es viable, y su labor en el caso puede aumentar la indemnización que usted podría recibir. 

Preparación del caso para obtener una indemnización

Los abogados con experiencia podrán ayudarle a preparar de manera minuciosa un caso si se determina que vale la pena negociar con la aseguradora o presentar una demanda. El abogado le asesorará sobre los mejores pasos que deben tomarse inmediatamente después de un accidente con lesiones personales. El grado de las lesiones y la culpa del otro conductor podrían ser factores importantes para determinar el monto de la indemnización.

Un abogado especializado en la materia reunirá todas las pruebas necesarias para obtener una indemnización. Lo ideal es que usted muestre la gravedad de sus lesiones y presente registros médicos de respaldo. Por ejemplo, si afirma que sus lesiones son permanentes, necesitará un informe médico donde se indique que es improbable que las lesiones se sanen por completo.  Las pruebas que demuestren que el otro conductor tuvo la culpa, como un informe del accidente o los relatos de los testigos, también podrán aumentar el monto que usted reciba.

¿Qué indemnización podría esperar?

Las aseguradoras tienen sus propias fórmulas para determinar las indemnizaciones en un accidente automovilístico. En general, se utiliza un multiplicador en función de los gastos médicos para calcular los daños no económicos (dolor y sufrimiento).  Este monto se suma a los gastos cuantificables, como los gastos médicos y la pérdida de ingresos. El multiplicador puede oscilar entre 1.5 a 5, donde la gravedad de las lesiones determina el número que se utilizará. Un multiplicador de 5 suele aplicarse a lesiones permanentes y que cambian la vida de la persona; en la mayoría de los casos, se utiliza un multiplicador de 2 o 3. 

Ejemplo: Usted se fractura la pierna derecha en un accidente automovilístico y necesita una cirugía menor para reparar el daño. Las facturas médicas ascienden a $30,000. Los costos de rehabilitación son otros $5,000, y usted pierde un salario de $15,000, ya que no puede trabajar por un tiempo. Al final, usted puede recuperarse por completo. La aseguradora y el abogado negocian un multiplicador de 2. Los daños económicos que usted sufrió son de $50,000, su dolor y sufrimiento se valorizaría en $100,000 ($50,000 multiplicado por 2), así que la indemnización total sería de $150,000.

Antiguamente, los liquidadores de las aseguradoras se reunían para decidir el multiplicador que usarían y determinar los montos de la reclamación de acuerdo a indemnizaciones anteriores, veredictos del jurado y otra información histórica a la que tuvieran acceso. Actualmente, existen programas informáticos que aplican las fórmulas para calcular la indemnización. Colossus fue uno de los primeros productos comercializados, y se estima que la mitad de las reclamaciones de EE. UU. son procesadas por este programa. 

Colossus tiene varios cientos de códigos que representan varios tipos de lesiones, donde se asigna a cada uno un rango de indemnización en dólares. También se comercializan otros paquetes de software similares para aseguradoras, los que aplican el mismo método o uno similar para calcular la indemnización. El problema es que estos programas no pueden medir la magnitud real del dolor y sufrimiento de la persona lesionada. Tampoco puede predecir los posibles gastos futuros a causa de problemas que podrían aparecer semanas o meses tras el accidente. Dos personas con las mismas lesiones podrían sufrir un impacto en su vida completamente diferente. No hay que simplemente aceptar lo que calcule el programa.

Tal como se mencionó anteriormente, la culpa y la gravedad de las lesiones son factores que pueden aumentar o disminuir el monto de la indemnización. Incluso después de que el software de la aseguradora haya determinado un monto, el liquidador que se haya asignado al caso podría tener flexibilidad para seguir negociando. Lo ideal es que disponga de un abogado con experiencia para obtener la mejor indemnización posible. 

¿Mi indemnización está sujeta a impuestos? 

En la mayoría de los casos, la respuesta a esta pregunta simplemente es “no”, pero hay algunas excepciones. Por ejemplo, aunque el IRS considera que las indemnizaciones para lesiones físicas están exentas de impuestos, tiene otro punto de vista respecto a las lesiones emocionales, como la depresión. Esta parte de las indemnizaciones por un accidente automovilístico suele considerarse ingresos sujetos a impuestos. También deberá recibir orientación sobre cómo incluir los gastos médicos del accidente automovilístico en la declaración de impuestos. Si los declara como una deducción, dicha parte de la indemnización también podría estar sujeta a impuestos. Como regla general, debe consultar con un abogado especializado en lesiones personales antes de firmar cualquier acuerdo indemnizatorio.

¿A quién puedo contactar si sufro lesiones en un accidente automovilístico?

Si sufre lesiones en un accidente automovilístico, póngase en contacto hoy mismo con Rosenblum Law para recibir una consulta gratuita. Nuestros abogados con experiencia en lesiones personales saben cómo tratar con las aseguradoras y le ayudarán a obtener la mejor indemnización posible. New Jersey tiene un plazo de prescripción de 2 años para interponer una demanda por lesiones personales, así que asegúrese de ponerse en contacto con nosotros lo antes posible para no perder su reclamación. Llámenos al 888-815-3649 o envíenos un correo electrónico.